Call of Duty: Black Ops 7 comenzó su lanzamiento con el pie izquierdo, convirtiéndose en la entrega peor valorada por los jugadores en toda la historia de la franquicia. Con una media de 1,9 puntos y un 83 % de críticas negativas en Metacritic, el título ha sido recibido con un contundente “abrumador desagrado”, por debajo de entregas previamente polémicas como Vanguard o Modern Warfare 3.
Las quejas se centran en una campaña considerada “fuera de lugar”, la inclusión de contenido generado por IA, confirmada por la propia Activision, y un diseño que —según los jugadores— perjudica a quienes juegan en solitario. Otros señalan un modelo de negocio “depredador” y la obligación de conexión permanente como factores que han dañado aún más la recepción del juego.

Para muchos usuarios, Black Ops 7 representa “otro lanzamiento inacabado”, lo que ha desatado un fuerte review bombing. La percepción de que el título ha “perdido la identidad” de la saga ha alimentado la frustración y las comparaciones con shooters recientes que han logrado destacar, como ARC Raiders o Battlefield 6.
En Steam, la situación tampoco es favorable: el juego mantiene reseñas “variadas”, con solo un 42 % de opiniones positivas, y acusaciones de que el estudio está “desconectado de la comunidad”. El resultado refleja un desgaste evidente en la relación entre la franquicia y sus seguidores más veteranos.
