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ARTÍCULO: Una pequeña reflexión sobre la animación infantil

La ceremonia de los Oscar 2022 será recordada por 2 cosas: la primera de ellas la lapidación (metafórica) de la carrera de Will Smith antes que la de otros directores y actores acusados de abuso sexual y laboral; la segunda es la infame frase dicha por Amy Schumer, en la que indica que las películas animadas son algo «que los niños disfrutan y los adultos deben de soportar». Obviamente la enorme paciencia y amabilidad del público en internet no se hizo esperar para atacar a esta frase, a la comediante y al obvio desdén que la Academia ha mostrado hacia la animación.

Sin embargo, sin querer actuar yo como abogado del diablo, hay una parte del discurso relacionado con la animación que ciertas personas se han encargado de repetir y que a mi, en lo personal, me parece despectivo: el señalar a las obras infantiles de malas/aburridas/vacías. O para resumir: obras de segunda categoría. Pero si el 2022 nos ha demostrado algo es que la animación infantil no solo es algo a respetar, sino que se encuentra en mejor estado que nunca.

Ignorando cintas como «Lightyear», a mi parecer la más floja en este sentido, en el 2022 hemos tenido grandes cintas animadas enfocadas a un público infantil (énfasis en la palabra «infantil» y no en la palabra «joven» que muchos utilizan para demeritar la primera). En enero tuvimos el estreno de «Encanto» en Disney+, teniendo una mayor difusión que la que tuvo durante su paso por cines; a inicios de marzo se estrenó, también en Disney+, «Turning Red», considerada una de las mejores del año y a finales del mismo mes se estrenó en cines «Los Tipos Malos», película de Dreamworks con un gran trabajo de guión y una animación excelente.

Incluso algunas películas más «débiles» han conseguido superar las expectativas del público general. «Minions: Rise of Gru» es una película que deja de lado el humor más ridículo y «de Fortnite» para volver a ser una película familiar confortable y llena de ternura; «Liga de Super Mascotas» es, en mi opinión, la mejor película de superhéroes del año, ya que su premisa sencilla pero efectiva consigue tener momentos divertidos, enternecedores y miles de referencias al mundo de los comics sin la necesidad de convertirse en un festival de fanservice que puede ser disfrutado por niños y adultos por igual.

Todo esto ya sin mencionar a cintas que no he tenido la oportunidad de ver u otras que no han sido estrenadas, el cine de animación para niños se ha convertido en el género más prolífico en este 2022. Debo decir, ante todo, que yo seré el primero en señalar la madurez y el respeto que la animación merece en todos sus sentidos, pero no me parece justo como la animación infantil se ha convertido en objeto de burla y en algo que señalar como «poco seria».

De hecho, este mismo discurso suele repetirse mucho con mi género favorito, el terror, y el llamado «terror elevado». Casi desde su creación, los Oscar han ignorado de manera ferviente el género del terror, considerándolo algo menor e inmaduro. Esto fue hasta que el llamado terror elevado llegó a los cines: un cine de terror que no parece cine de terror en sus formas y cuyo mayor miedo se oculta en su subtexto. Por poner algunos ejemplos, «Midsommar», «The VVitch» y «Get Out» son consideradas «terror elevado» y aunque yo mismo soy fanático de ellas, la comparación ante otras películas del género sigue las mismas bases elitistas e ignorantes que las películas de animación infantil y las películas de animación «maduras».

Cuando empecé este texto, realmente no tenía planeado nada más que hacer un pequeño comentario sobre algunas de mis películas favoritas de animación en este año, pero antes de escribirlo ocurrió todo lo relacionado a los movimientos de Warner Discovery, lo que me llevó a replantearme el sentido de este documento. Las series animadas borradas de HBO Max no son más o menos valiosas por ser series para adultos o series infantiles: son el trabajo de personas que, en ocasiones, deben pasar su vida entera trabajando para que una gran compañía decida borrar dicho trabajo con el objetivo de ahorrarse un par de dólares en impuestos.

Debemos respetar todo el arte, ya que demeritar una demografía u otra, así como un género u otro, es más que nada algo surgido del elitismo y la superioridad del «gran arte» frente a las personas menos educadas, ya sea por razones de edad o económicas. Por cierto, que chin*** a su madre Warner Discovery y HBO Max. Buenas tardes.

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