Netflix ha presentado Go-with-the-Flow, una nueva tecnología de inteligencia artificial que permite animar imágenes estáticas y modificar videos con solo unos clics, sin necesidad de edición manual. Desarrollada junto a Eyeline Studios y universidades como Stanford, esta herramienta podría revolucionar la producción de anime y cine.
El objetivo de esta IA es reducir costos y hacer más accesible la creación audiovisual, pero ha generado controversia por la falta de transparencia sobre los datos utilizados en su entrenamiento. No se ha confirmado si se empleó material protegido por derechos de autor, lo que ha despertado preocupaciones en la industria.
Taiki Sakurai, jefe de producción de anime en Netflix, ha defendido el uso de IA en la animación, argumentando que Japón enfrenta una escasez de animadores y que esta tecnología podría reducir los tiempos de producción de tres años a uno. Sin embargo, esto podría afectar la estabilidad laboral en el sector.
La Asociación de Animaciones de Japón (AJA) ya ha criticado el modelo financiero de Netflix, señalando que su política de pagos perjudica a los estudios de animación. La implementación de IA en la industria plantea un dilema: mayor eficiencia y menor costo, pero a expensas del trabajo humano.