Durante The Game Awards, Crystal Dynamics reveló dos nuevos proyectos de la saga Tomb Raider, confirmando tanto un remake como una secuela que definirán el próximo capítulo de Lara Croft. El primero, Tomb Raider: Legacy of Atlantis, llegará en 2026 como una reimaginación del juego original, desarrollado junto a Flying Wild Hog y construido en Unreal Engine 5, prometiendo visuales renovados y mecánicas modernas sin perder la esencia clásica.
En esta nueva versión, los jugadores recorrerán locaciones exóticas, resolverán peligrosas trampas y enfrentarán depredadores letales mientras Lara busca las piezas del Scion, un artefacto de inmenso poder. El estudio afirma que esta entrega incluirá “nuevas sorpresas” que respetan el espíritu del debut de la franquicia, uno de los pilares del género de aventuras.
El segundo proyecto, Tomb Raider: Catalyst, será un juego completamente nuevo programado para 2027 y llevará a Lara a explorar el norte de India tras un cataclismo mítico que despierta secretos ancestrales. La historia involucrará a cazadores de tesoros rivales, fuerzas misteriosas y decisiones clave que determinarán en quién confiar para evitar una catástrofe global, reforzando el tono narrativo y épico de la serie.
La sorpresa llega luego de múltiples rondas de despidos en Crystal Dynamics en los últimos años, aunque el estudio aseguró que la franquicia no había sido afectada. Aun así, la confirmación de dos juegos simultáneos sugiere una reorganización interna enfocada en optimizar el desarrollo de Tomb Raider y preparar nuevas propuestas para el futuro del estudio.
