Reseñas Videojuegos

RESEÑA – Little Nightmares II

“Muestra no cuentes”, esa es una máxima que ha acompañado al cine por muchos años, sin embargo la práctica en realidad se podría trasladar a cualquier obra visual, pero en el mundo de los videojuegos esta máxima se traduce genial en la forma de todos los apartados que componen un videojuego y su bella sinergia de narrativa con mecánicas. Desde esta trinchera es que parte Tarsier Studios al realizar ahora Little Nightmares II, que al igual que su precuela, nos transporta, sin mucha explicación a un mundo de pesadillas confeccionadas para un personaje vulnerable, un niños que por alguna extraña razón que descubriremos a través de sus niveles, deberá enfrentar desde una casa tenebrosa hasta una escuela que parece representar las pesadillas más sórdidas de una alma en pena. ¿Serán las pesadillas de nuestro pequeño protagonista o en realidad esta realidad por la que cruza es el mundo real?, ese misterio lo deberemos ir resolviendo al avanzar por estos oscuros niveles.     

Narrativamente, como ya dijimos,  Little Nightmares II se mantiene minimalista y lo único que nos queda es acompañar a Mono a una señal lejana de una torre pasando por varios lares muy tenebrosos. ¿Por qué nuestro protagonista hace esto?, no lo sabemos en un principio, pero a diferencia de la primera entrega de la ahora franquicia, al concluir la aventura nos queda una idea más lógica de todo lo que pasa, claro, todo sin la necesidad de poner mucho texto en el proceso, elemento por el que se le podría aplaudir a su estudio. 

En cuestión de jugabilidad la cosa se mantienen muy similar a lo visto en la primer entrega, con el agregado de ciertos elementos que nos hacen sentir que tenemos a un nuevo personaje además del regreso de Six que nos da una capa extra a la hora de interactuar con los puzzles, sin embargo más allá de esta capa extra en la mecánica, el juego no revoluciona nada, se mantiene continuista pero efectivo para seguir cautivando con su sofocante ambiente. Todo es muy Limbo o Inside; las mecánicas de juego y construcción de los niveles hacen que lo principal de su jugabilidad sea el resolver puzzles, en su mayoría bajo un periodo corto de tiempo, ya que siempre habrá un enemigo espantoso acechando, y además de eso, lo más que podremos hacer es recoger los coleccionables que nos encontremos regados por ahí agregando la posibilidad de tomar objetos y usarlos como arma, cosa que dota a nuestro pequeño monigote de una pequeña confianza que tampoco es que sea mucha, casi siempre seremos muy vulnerables y cualquier golpe puede acabar con nosotros. 

Todos los retos que tendremos que resolver en Little Nightmares II son bastante intuitivos y nunca se sienten inmisericordes, sin embargo, en ocasiones recurriremos al ensayo y error, cosa que provoca que salgamos de un estado de pavor a uno de frustración, a lo que se suma una repartición de los checkpoints bastante irregular, por lo que perder en este juego realmente duele aunque por las razones equivocadas. Esto no es del todo malo, ya que logra al menos atenuar un poco un elemento que sentimos merma el resultado final de Little Nightmares II, y ese es su duración. Quizá sea un capricho nuestro ya que el juego sale con un precio reducido y se extiende un poco más que su precuela, pero aún así sentimos que Little Nightmares II acaba antes de lo que podría haber aprovechado con ese mundo de pesadilla. 

No obstante, para olvidar sus pocas horas de juego, hablemos del apartado estético, el cual, como pueden ver, es impresionante. Cada modelado y la construcción de los niveles es impecable. La forma en cómo se representa ese mundo, lo feas que son todas la criaturas, lo desproporcionado de su anatomía, lo equívoco de sus reacciones y los ruidos tan ajenos a los de un humano, hacen que el juego provoque, además de una incomodidad bastante profunda, que nos preguntamos si todo esto es real o es la forma en como un pequeño niño ve una casa o escuela de «gente mala» que busca hacerle daño. No se preocupen, lo anterior dicho no es ningún spoiler, simplemente es una lectura que provoca lo espeluznante, pero a la vez bello, que es todo su diseño. 

Como pueden ver el juego funciona, quizá su mayor pecado es mantener una fórmula muy parecida al anterior, sin embargo lo demás se subsana gracias a sus virtudes, las cuales son bastantes.  Por lo que si lo anterior te llama la atención, entonces siéntete libre de acercarte y probar este juego, solo te advertimos que lo que veas aquí, puede ser más contundente que incluso tus peores pesadillas.

Una gran propuesta, divertida y mística, sin embargo peca de ser demasiado derivativa de su precuela por lo que propone pocas cosas nueva.

Quizá nos hubiera gustado una expansión de su mundo o que se refleje el mayor presupuesto y las capacidades de una nueva generación, sin embargo eso no quita que la historia de nuestro nuevo infante se siente cautivadora e hipnotizaste. pudo haber sido más, pero con lo mostrado cumple satisfactoriamente aun así.

9
Historia:
8.5
Gráficos:
9
Jugabilidad:
9
Ambientación:
9.5

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