La industria del entretenimiento vive un giro histórico tras confirmarse que Netflix ha llegado a un acuerdo para adquirir Warner Bros Discovery, operación valuada en 82.7 mil millones de dólares. El trato incluye no solo el negocio cinematográfico y de streaming, sino también la división de videojuegos, responsable de franquicias como Mortal Kombat, Batman: Arkham, Hogwarts Legacy y los títulos de LEGO desarrollados por TT Games.
De aprobarse la compra, Netflix pasaría a ser propietaria de estudios clave como NetherRealm Studios, Rocksteady, Avalanche Software y TT Games, marcando su mayor incursión en el mundo gaming. Aunque la compañía ha experimentado con videojuegos móviles en su plataforma, esta adquisición podría impulsar su transición hacia experiencias más grandes y de estilo AAA.

Los directivos de Netflix señalaron que la unión busca combinar la “innovación y alcance global” del servicio con el “legado de narración” de Warner Bros, prometiendo una expansión significativa de contenido para los usuarios. Aun así, la compra deberá superar la revisión de reguladores estadounidenses, y en caso de no aprobarse, Netflix pagará una tarifa de ruptura de 5 mil millones de dólares.
De momento, no está claro cómo cambiará el futuro de la división de videojuegos de Warner bajo la nueva administración. Sin embargo, la fusión apunta a una estrategia agresiva para posicionar a Netflix como un jugador dominante tanto en streaming como en la industria del gaming.
