El exdirector de Call of Duty, Glen Schofield, ha declarado estar “inmensamente preocupado” por el futuro de la franquicia tras su integración en Microsoft, cuestionando si la cultura corporativa de Xbox será compatible con los estudios responsables de uno de los shooters más exitosos de la historia. Schofield, quien dirigió títulos como Modern Warfare 3 (2011), Advanced Warfare (2014) y WWII (2017), teme que el rumbo creativo de la serie cambie drásticamente.
Durante una entrevista en Gamescom Asia, Schofield mencionó que los problemas que han afectado a franquicias como Halo o Gears of War podrían repetirse con Call of Duty. Según el creativo, una vez que los estudios son absorbidos por grandes corporaciones, “adoptan sus rasgos internos”, lo que puede alterar los sistemas de incentivos y la cultura de trabajo que originalmente impulsaban la calidad de sus juegos.
El veterano desarrollador también lamentó la salida de figuras clave como Michael Condrey y David Vonderhaar, señalando que desde su partida los nuevos lanzamientos “no han alcanzado el mismo nivel”. Incluso mencionó que Modern Warfare 3 (2023) tuvo una recepción mediocre pese a mantener buenas ventas, reflejando un desgaste en la fórmula tradicional de la saga.
Aunque Microsoft defiende el éxito de Call of Duty: Black Ops 6, que marcó récords en número de jugadores gracias a su llegada a Xbox Game Pass, Schofield considera que el futuro de la franquicia es incierto. Con Black Ops 7 programado para lanzarse el 14 de noviembre, los fans esperan que la serie logre mantener su identidad y no repita los tropiezos de otras sagas emblemáticas del ecosistema Xbox.
