La actual escasez de memoria NAND continúa agravándose y ya está golpeando directamente los precios de las SSD, mientras que la RAM enfrenta un panorama aún más crítico. Según nuevos análisis de TrendForce, la demanda de NAND flash por parte de grandes empresas impulsadas por la IA ha generado un desabasto que elevó los precios de los wafers entre 20% y 60% durante noviembre, afectando especialmente a la memoria TLC y QLC.
El mercado de la RAM atraviesa una crisis similar, pero de mayor escala. Informes señalan que Samsung incluso rechazó solicitudes internas de DRAM, priorizando productos más rentables como la HBM, clave para aplicaciones de inteligencia artificial. Esta tendencia también explica por qué la RAM para consumidores ha aumentado hasta 300% en los últimos meses.

Mientras tanto, Micron anunció una inversión de 9.6 mil millones de dólares en Japón para ampliar la producción de chips HBM, reforzando la carrera por abastecer al sector empresarial. Esta apuesta por la memoria de alto rendimiento deja cada vez más desprotegido al mercado de PC tradicionales.
A la par, Nvidia dejó de incluir VRAM junto a sus GPU para ensambladores, obligándolos a negociar memoria por separado en un mercado ya saturado. Con la escasez afectando DRAM, VRAM y NAND por igual, todo indica que los precios de SSD, RAM y posiblemente GPU seguirán subiendo durante los próximos meses.
