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HABLEMOS DE AUTOS: Honda E

Nunca he sido fanático de Tesla. Los autos que Elon Musk produce son impresionantes en un sentido estrictamente técnico, pero en mi opinión carecen de carácter. No puedo tenerle a un Tesla la misma pasión que reservo para un Aston Martin, pues aunque un DB11 probablemente tardaría el doble de tiempo en alcanzar las 60 millas por hora y no va ni siquiera a acercarse a la velocidad máxima del Modelo S mejor equipado, detrás del volante es infinitamente más divertido de manejar. Esta crítica no sólo se limita a Tesla, de alguna u otra manera aplica para todos los autos eléctricos, pues son vehículos que se ven más preocupados con llegar a un destino que disfrutar del viaje. Bueno, todos, excepto uno: el nuevo Honda E.

Con sólo verlo es obvio que este es un auto eléctrico diferente. Su diseño no está pensado sólo para tener el mejor rendimiento aerodinámico o cumplir con las más recientes normas de seguridad de tránsito; las curvas de su carrocería evocan recuerdos de la estética de los años sesenta, resultando en un auto encantador desde cualquier ángulo. Sin embargo, la ausencia de una parrilla y un par de cámaras que sustituyen a los espejos retrovisores nos recuerdan que esta no es una joya del siglo pasado, incluso cuando podemos encontrar influencias clásicas de todo tipo, desde Mini hasta Fiat. 

Por dentro la historia es similar. En lugar del habitáculo con atmósfera casi esterilizada que encontramos en un Tesla, el Honda E nos presenta una cabina acogedora con materiales de alta calidad que ponen la comodidad como prioridad. Honda dice que su interior fue diseñado con la intención de imitar una cómoda sala o terraza, y no puedo evitar creerles, pues toda la estética interna es muy sobria y clásica. Eso sí, no podía faltar el toque moderno, y en el centro de todo tenemos cinco pantallas que muestran lo que nuestras cámaras retrovisoras están viendo, información de navegación, entretenimiento y rendimiento.

Aunque hasta ahora el Honda E es un estuche de monerías, es obvio que debe de haber un gran “pero” esperando a la vuelta de la esquina que evite que pueda describirlo como un auto perfecto, y este viene en la forma de su limitado rango. Con una carga completa, el Honda E sólo tiene 137 millas de rango, lo que podría ser algo bueno hasta que consideramos que si lo manejas vertiginosamente, llevas a todos tus amigos y mantienes el aire acondicionado encendido todo el trayecto, tu batería podría estar vacía después de tan sólo recorrer entre 80 y 90 millas. Toda la serenidad que el diseño del Honda E inspira se pierde por toda la ansiedad que su pequeña batería ocasiona. Este es otro problema que los autos eléctricos sufren en general, pues sin importar que tan amplio sea su rango no pueden competir con los motores de combustión interna que siempre tienen una gasolinera cerca para rellenar su tanque. 

A esto podría agregar otra larga lista de quejas, como que sus asientos traseros no son los más cómodos para personas de más de 1.70 metros de altura o que su cajuela es tan pequeña que se siente más como una cortesía que un punto a favor de su practicidad. No obstante, el Honda E cambió mi opinión con respecto a los autos eléctricos. Cada esquina de este vehículo se siente realizada con mucha pasión. A diferencia de los Tesla, el Honda E no tiene ni una sola pizca de aburrimiento, y tampoco se trata de un auto diseñado para los ambientalistas extremos que quieren la muerte de los motores a gasolina a toda costa; este auto va más dirigido hacia los entusiastas que quieren probar las innovaciones que un EV puede ofrecer sin comprometer los detalles que hacen del manejo algo divertido. Sí, quizá esa es la palabra perfecta para el Honda E: “divertido”. 

No creo que alguien debería comprar este auto para sustituir al que ya tiene, y mucho menos como un primer auto, pero lo recomiendo ampliamente si quieres experimentar una conducción intrépidamente distinta. Quizá sería un perfecto auto de fin de semana (aunque no recomiendo escapadas en él por lo obvio). El Honda E es, para mí, el único auto eléctrico que vería ocupando un lugar en mi cochera, es ideal para un paseo de sábado por la mañana en la que puedo perderme por un rato en las calles de la ciudad…o hasta que la batería me fuerce a parar. 

Fotos: TopGear.com

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