Reseñas

RESEÑA – Hades

Quizá no sea el nombre más conocido del medio, pero Supergiant Games es un estudio que con solo dos juegos ha conseguido posicionarse como una casa productora digna del respeto de la crítica especializada. Sus obras pasadas, tanto Bastión como Transistor, son títulos que nos mostraron que la mecánica y la historia se pueden mezclar de maneras sublimas, además de entregarnos aspectos visuales más que decentes. Hades, la más reciente obra del estudio, es una obra en la que Supergiant aplica la misma filosofía que vemos en su trabajo anterior, pero de una forma que tienta más al frenesí que a la reflexión. Presentado como un rogue-lite que construye su acción como una consecuencia de la ambientación de sus escenarios, Hades es claramente un miembro de la misma familia a la que Bastion y Transistor pertenecen; pero mientras sus dos hermanos son estudiantes de 10 que pasan sus tardes jugando ajedrez, Hades es más bien una oveja negra que no teme en incitar al caos, no por el afán de hacer maldad sino porque sabe que justo ahí es donde encontramos las mecánicas de juego más divertidas.

La misión de Hades es bastante simple como contundente, en el título desafiaremos al mismo dios de la muerte, y para ello tendremos que abrirnos camino por sus sombríos dominios haciendo uso de un sistema de combate que parece compartir bastante ADN con la trilogía original de God of War. En cuanto a cómo se estructura el juego, Hades promete que cada partida será diferente en la práctica, incluso cuando mantiene intacta su esencia. Esto significa que Virgilio no sabía de qué estaba hablando cuando dijo que “el descenso hacia el infierno es sencillo”, pues Hades pinta un trayecto retador y siempre cambiante que nos mantendrá al borde de nuestro asiento con expectativa. Vale la pena resaltar que, tal y como su nombre y nuestra comparación con God of War indican, aquí estamos pisando el terreno de la mitología griega, pero Supergiant se las ha ingeniado para reimaginarla de una forma fresca que es tanto un complemento para la narrativa como para la jugabilidad. Esto es porque con el tiempo podremos combinar las habilidades divinas de varios dioses del Olimpo con las de nuestro personaje, encontraremos nuevos y complicados desafíos, y ahondaremos en los mismos rincones de fantasía que inspiraron a Homero miles de años en el pasado. Claro, bajo un lente muy ad hoc al siglo XXI.

De hecho, es precisamente esta mentalidad de abordar cada rincón de la experiencia de una manera imaginativa lo que hace de Hades algo que se siente bastante especial. Por un lado, sabemos que sigue la misma estructura clásica de un rogue-lite, con ligeros toques RPG y hack-and-slash para dar mayor profundidad a sus mecánicas, pero también hace espacio para incluir un poco de exploración e historias secundarias cuyo único propósito es hacernos sentir que el mundo del juego genuinamente tiene vida propia. Las interacciones entre personajes, cuyos diálogos y réplicas tienen una calidad muy parecida a la de los mejores dating simulators, son en igual medida breves descansos de la acción y pequeños puzzles mentales que retan nuestra sagacidad como jugadores. Como es de esperarse de su formato rogue-lite, además, encontramos un desafío técnico y exigente, pero uno que nunca castiga de manera inclemente; por el contrario, motiva a intentar de nuevo y probar nuevas estrategias o ser más eficiente con nuestros movimientos. Lo que intentamos decir es que Hades hace que cada rincón y cada momento de su mundo valga la pena, o como mínimo ofrezca algo satisfactorio.


Eso sí, si hay algo de lo cuál podríamos quejarnos es que a grandes rasgos no es una enorme evolución del estilo de Supergiant en comparación a sus obras pasadas; se siente más como una refinación de algo que ya conocíamos. Esto es bueno, pues nadie tendría problema con hacer de una buena receta un poco más deliciosa, pero cuando ya has probado el mismo platillo un montón de veces, un poco más de sabor quizá no logre que se siente como algo completamente nuevo al paladar. Es una queja quizá demasiado quisquillosa, pero los apasionados fanáticos de Transistor y Bastion estarán de acuerdo con ella.

Con todo y eso, Hades es una de esas obras que es más que la suma de sus partes. Si tenemos que escoger sólo un elemento que nos hace amar a este juego tendría que ser su presentación e imaginativa reinterpretación de la mitología griega. Ambos detalles hacen que Hades se sienta como un pequeño vistazo a un enorme universo aún sin explorar, y sabemos que precisamente esta era la ambición de Supergiant: crear un juego que se sintiera mítico en escala y ambición al mismo tiempo que forjaba una leyenda propia. 

Disponible para Nintendo Switch, macOS, y Microsoft Windows.

Si tenemos que escoger sólo un elemento que nos hace amar a este juego tendría que ser su presentación e imaginativa reinterpretación de la mitología griega.

Hades es bastante simple como contundente, en el título desafiaremos al mismo dios de la muerte, y para ello tendremos que abrirnos camino por sus sombríos dominios haciendo uso de un sistema de combate que parece compartir bastante ADN con la trilogía original de God of War.

9
Historia:
8
Gráficos:
10
Jugabilidad:
8
Ambientación:
10

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