La batalla por el control de Warner Bros. Discovery escaló de forma drástica luego de que Paramount presentara una oferta hostil en efectivo por $108.4 mil millones, superando la propuesta de Netflix valuada en $83 mil millones. La compañía dirigida por David Ellison calificó el acuerdo de Netflix como “inferior”, argumentando que su propuesta ofrece mayor certeza financiera y evita un largo y complejo proceso regulatorio.
A diferencia del plan de Netflix, la oferta de Paramount incluye también las redes lineales de Warner, lo que amplía el alcance de la operación. Documentos regulatorios revelan que Affinity Partners, firma de inversión vinculada a Jared Kushner, participa en la propuesta, elemento que añade un fuerte componente político y estratégico a la disputa. Además, Ellison aseguró que una fusión entre Netflix y Warner crearía un poder de mercado sin precedentes, perjudicando tanto a consumidores como a la comunidad creativa de Hollywood.
El consejo de Warner ha sido criticado por Paramount, que acusa a la compañía de favorecer a un solo postor y de subestimar el valor real de sus activos. En paralelo, el expresidente Donald Trump intervino públicamente al señalar que el acuerdo con Netflix “podría ser un problema” y que seguirá de cerca el proceso de aprobación, anticipando una revisión regulatoria de alto perfil.
Este choque corporativo marca uno de los momentos más tensos en la historia reciente del entretenimiento. Si la oferta de Paramount avanza, podría redefinir el equilibrio de poder en el mercado global de streaming, crear nuevas tensiones regulatorias y cambiar el rumbo de franquicias clave de Warner en cine, televisión y videojuegos.
