La alianza de Disney con OpenAI por 1.000 millones de dólares marca uno de los movimientos tecnológicos más polémicos del año: la integración de Sora AI para que los usuarios generen clips con personajes de Marvel, Pixar y Star Wars. Este acuerdo permitirá que parte de ese contenido creado por fans aparezca directamente en Disney Plus, abriendo la puerta a una avalancha de videos breves generados con inteligencia artificial que, según expertos, podría saturar la plataforma con piezas de baja calidad.
El CEO Bob Iger aseguró que esta colaboración brindará “formas más personales de conectar con los personajes”, pero analistas señalan que el verdadero objetivo es crear un flujo constante de contenido “rápido y barato”. La decisión resulta llamativa después de que Disney, junto con otros estudios, denunciara a empresas de IA por usar propiedad intelectual no licenciada para entrenar modelos. Ahora, la compañía parece dar un giro estratégico para posicionarse como un aliado clave dentro del ecosistema de IA generativa.
Aunque Disney afirma que Sora no será usada por ahora en producciones oficiales, la iniciativa plantea dudas sobre la calidad y seguridad del contenido que los usuarios podrán crear. La plataforma ya ha demostrado que puede producir videos cortos llenos de inconsistencias visuales, mientras que antecedentes como el caso de Darth Vader en Fortnite evidencian el riesgo de que personajes icónicos sean manipulados para generar diálogos ofensivos o inapropiados.
La compañía promete controles estrictos, incluyendo la prohibición de replicar voces o rasgos de actores, pero críticos aseguran que esto solo resalta lo “deshumanizado” del proyecto: más contenido, menos artistas. Con esta apuesta, Disney busca expandir su presencia en la IA, pero abre un debate profundo sobre el respeto a los creadores, el uso ético de sus franquicias y el futuro del entretenimiento dentro del streaming.
