Después de varias horas de interrupciones que afectaron a miles de servicios en todo el mundo, Amazon Web Services (AWS) informó que ha restablecido la mayoría de sus operaciones tras una de las caídas más grandes del año. La falla, originada en la región US-EAST-1 de Estados Unidos, provocó errores y lentitud en múltiples plataformas dependientes de su infraestructura.
Durante la caída, usuarios de distintos países reportaron problemas en aplicaciones, asistentes de IA y videojuegos, incluyendo Amazon Prime Video, Alexa, Snapchat, Epic Games Store, Fortnite, Roblox, ChatGPT y Perplexity. Según Amazon, la interrupción se relacionó con un fallo en la resolución de DNS del servicio DynamoDB, que generó un aumento en los índices de error en varias regiones.
La compañía aseguró que sus ingenieros implementaron medidas de mitigación y que los servicios muestran ya “señales significativas de recuperación”, aunque advirtió que algunos sistemas podrían seguir experimentando latencias o retrasos residuales mientras se procesan las solicitudes acumuladas.
Este incidente subraya la dependencia global de AWS, que alimenta desde plataformas de streaming hasta herramientas de inteligencia artificial. Pese a la rápida respuesta técnica, el evento ha reavivado el debate sobre los riesgos de centralizar la infraestructura digital en unos pocos proveedores.
