La franquicia Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba continúa haciendo historia en el cine. Su más reciente entrega, Infinity Castle, ha superado la barrera de los 555 millones de dólares en taquilla mundial, posicionándose oficialmente como la película de anime más taquillera de todos los tiempos, superando incluso a Mugen Train, también perteneciente a la saga.
El filme abrió como la primera parte de una trilogía que adapta el arco final del manga de Koyoharu Gotouge, y su éxito ha sorprendido tanto en Japón como en el mercado internacional. Solo en Estados Unidos ya acumula más de 104 millones de dólares, consolidando la expansión global del anime como fenómeno cultural.

Con esta marca, Infinity Castle se coloca por encima de Mugen Train (506 millones) y de Your Name (405 millones). Lo más llamativo es que aún restan dos películas por estrenarse dentro de esta trilogía, lo que podría elevar aún más los récords de la franquicia y aumentar la presión sobre las futuras entregas.
El impacto de Demon Slayer confirma el momento dorado que vive el anime en la industria cinematográfica mundial. El reto ahora será mantener el interés del público hasta el estreno de las próximas películas, que podrían definir si la saga sigue dominando las taquillas a nivel global.
