La última actualización de WhatsApp para Windows 11 ha despertado la preocupación de los usuarios tras volver a convertirse en una aplicación web. Según el portal Windows Latest, la versión 2.2584.3.0 del popular servicio de mensajería abandona su estructura nativa de Windows para regresar a un formato basado en WebView2, lo que ha disparado el consumo de memoria hasta los 2 GB de RAM en condiciones de uso intenso.
Esta decisión representa un retroceso técnico, ya que la versión anterior, basada en la plataforma UWP (Universal Windows Platform), ofrecía un rendimiento más ligero y estable. De acuerdo con las pruebas de Windows Latest, la versión anterior de WhatsApp consumía alrededor de 125 MB de RAM, una cifra muy inferior a la que presenta el nuevo sistema web.
La actualización será obligatoria en las próximas semanas, lo que significa que todos los usuarios serán cerrados automáticamente de sus cuentas para migrar al nuevo cliente web. Aunque la versión de navegador seguirá funcionando con normalidad, su consumo también ronda los 400 MB por pestaña, lo que podría afectar a equipos con recursos limitados.
La medida se suma a los planes de Meta para incorporar más publicidad dentro de WhatsApp, una estrategia que ha generado críticas por parte de la comunidad tecnológica. Con esta nueva versión, muchos usuarios consideran que la experiencia en Windows 11 se vuelve más pesada y menos eficiente, cuestionando si realmente vale la pena el cambio.
