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MUNDO ANIME: ERGO PROXY

Ergo Proxy es en muchos sentidos una serie altamente experimental, y al igual que todos sus análogos tiende a dividir a sus espectadores firmemente en dos campos: los que disfrutan de su compleja historia y simbolismo reflectivo, y aquellos que ferozmente critican su «pretenciosidad» preguntándose qué se supone que significa todo el caos que presencian en pantalla. En nuestro caso sentimos que las cosas no son tan blanco y negro, sino que más bien hay un territorio gris en medio que irónicamente deja ver con lujo de detalle los colores que dan vida al mundo de Ergo Proxy. Sin exagerar al respecto, esta es una serie increíble, presentando la ingeniosa premisa de un mundo futurista que por más tecnología que tiene no puede escapar de los pecados primitivos del hombre. 

Obviamente, la parte más polémica de Ergo Proxy la encontramos en su argumento. La historia y el método de narración que emplea este anime son muy inusuales, y esa es, con mucho, la razón principal por la que a muchas personas puede no gustarles. Sin embargo, en su corazón se corazones esta historia no «pretende» ser inteligente, solamente LO ES. En primer lugar, la historia en el núcleo es un viaje de autodescubrimiento, por lo tanto, la idea principal es bastante simple pero con mucho espacio para crecer en complejidad. La lección sigue la fórmula básica que hemos aprendido a amar desde nuestro tiempo leyendo cuentos de Clifford el Gran Perro Rojo: debes encontrar tu propio camino en lugar de ser el seguidor de alguien o una copia carente de originalidad; para eso debes darte cuenta de quién eres, para qué vives y cómo se ve el mundo real.

Ergo Proxy ciertamente te hace hacer preguntas importantes y reflexionar sobre tu propia vida, y si eso no es una trama efectiva no sabemos qué lo sea. Cuando decimos que Ergo Proxy es una serie experimental, nos referimos a que presenta una mezcla diversa de géneros: cyberpunk, post-apocalíptico, ciencia ficción, acción, misterio, drama, thriller psicológico, road movie e incluso un poco de comedia, romance y slice of life. En consecuencia, da como resultado una narración muy poco ortodoxa llena de giros en la trama y cambios de género que a muchos espectadores probablemente les resultará fastidioso y confuso, pero es precisamente la yuxtaposición conceptos que maneja lo que a final de cuentas trae a la mesa ese ingrediente especial que hará que unos apaguen la pantalla mientras que otros quedarán pegados a ella. No debería sorprendernos mucho la calidad de guionización, sin embargo, pues estamos tratando con las mismas mentes detrás de las letras de Cowboy Bebop, Samurai Champloo y Ghost in the Shell: Stand Alone Complex. Si disfrutaste de estas otras producciones, en cualquier medida, Ergo Proxy debería de ser la siguiente en tu lista.

Pasando al apartado visual, es imposible negar que el estilo artístico de Ergo Proxy es fácilmente reconocible por sus omnipresentes colores oscuros y diseños de personajes realistas pero inusuales que le dan a la serie un aspecto occidentalizado sin despegarse de sus raíces orientales. La calidad de la animación es excelente, excepto quizá por una consistencia en los modelos de personaje, al menos la actuación de voz que les da vida sí logra serlo, haciendo que sea fácil ignorar uno que otro ojo fuera de lugar cuando las líneas son entregadas con la pasión adecuada. 


Ergo Proxy es una serie extraña, pero a veces eso puede ser algo bueno. El hecho de que ocasione tantos sentimientos contradictorios en su audiencia debería ser un testamento a su increíble naturaleza. Después de todo, ¿acaso no es eso para lo que nos perdemos en la ficción? ¿Para dejar volar nuestra imaginación y hacernos preguntas acerca de lo que divide a lo posible de lo imposible? Porque eso es lo que Ergo Proxy provoca, con todo lo bueno y todo lo malo que eso pueda englobar.

 

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