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MUNDO ANIME: SHINGEKI NO BAHAMUT: GENESIS

Shingeki no Bahamut: Genesis, en varios sentidos, debió de haber sido un desastre completamente olvidable y mediocre, especialmente debido a que la serie no debió de tener una pretensión más allá de ser un teaser en formato de anime para Cygames y su juego de cartas para móviles. El material original es poco más que una colección de obras de arte conceptual, las cuales si bien son bellas realmente no cargan con la misma densidad narrativa que un manga podría tener. Con todo esto en mente, Studio MAPPA aceptó el desafío y en un inesperado giro de eventos logró romper por completo las expectativas inexistentes de los adeptos a la animación japonesa, creando una serie que es verdaderamente disfrutable a pesar de tener todo en contra. 

Tomando lugar en un entorno de fantasía donde los esfuerzos combinados de la humanidad, los dioses y los demonios han sellado con éxito al destructor de mundos Bahamut, la tierra de Mistarcia entra en una era de paz. Para asegurar que Bahamut estaría encerrado para siempre en su prisión, la llave del sello se dividió en dos partes y se entregó a los dioses y demonios, respectivamente. Dos mil años más tarde, una mujer llamada Amira se las arregla para robar la mitad de la llave de los dioses y es aquí donde se elige comenzar la aventura épica. Enredados en la búsqueda de Amira para llegar a la tierra de Helhelm, están dos cazarrecompensas con personalidades y valores en conflicto, creando así un elenco con enorme potencial narrativo.

Eso sí, que los tintes tipo Tolkien no te intimiden. La trama es lo suficientemente simple y fácil de seguir. Esto no significa que no haya un sentimiento de escalación en cuanto a peligro, pues en Shingeki no Bahamut hay una brillante ejecución de la acción y sus piezas argumentativas están en constante movimiento, ganando momentúm para repercutir en disfrutables secuencias repletas de frenesí. Algo especial de la serie es como los humanos, monstruos, dioses y demonios de todas las formas y tamaños diferentes entran en una batalla real que nunca deja de decepcionar gracias a la acción rápida y furiosa. Sí, esto deja poco espacio para la exposición, pero realmente no podríamos quejarnos con secuencias de tan buena calidad. De hecho, esto en realidad funciona a favor de la serie porque nos permite rellenar los vacíos en la historia en base a nuestras especulaciones y la información que se nos provee de manera indirecta. Las peleas tienen lugar en diversos entornos cautivadores, y es fácil verse abrumado con sus extravagancias. Como resultado, la serie cae víctima de perder impulso hacia la parte media de la trama especialmente cuando aparece un temido episodio de recapitulación y las maniobras políticas son menos interesantes que las hordas de monstruos y soldados que se pelean entre sí. Afortunadamente, logra levantarse para arrojar todo y a todos hacia un épico final.


Con nada más que ilustraciones de personajes como punto de partida, el personal de producción de MAPPA ha creado algunos héroes y villanos muy bastante llamativos que son distintos en sus atributos y excéntricas personalidades. No se trata solo de la acción, ya que los personajes principales tienen historias de fondo y motivaciones profundas que poco a poco se van desarrollando y revelando de una manera orgánica.
Shingeki no Bahamut: Genesis parece haber salido de la nada, pero con todo y eso resultó ser el éxito sorpresa de la temporada de otoño del 2014 en su debut y todavía podemos encontrar varias cosas que lo hacen un show interesante. Studio MAPPA merece todos los halagos del mundo por su creatividad y talento en la creación de algo que desafía todas las expectativas a pesar de ver sus orígenes en algo totalmente intrascendente.

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